Esta entrevista apareció publicada originalmente como How a history of conquest shapes the present en New Humanist (3 de julio de 2017). Agradecemos a los editores de New Humanist y a la autora de la entrevista por permitirnos publicar la traducción en español en exclusiva para Historia Global Online.
¿Qué queremos decir cuando hablamos de “imperio”? Utilizamos las narrativas del imperialismo para describir cualquier elemento de la política externa de Estados Unidos y Gran Bretaña en Medio Oriente o la rápida expansión de McDonalds y Coca-Cola. Pero nos sentimos menos cómodos con discusiones que se centran en las herencias reales del imperialismo y delinear una hoja de balance de privilegio y opresión. Los imperios europeos conquistaron gran parte del planeta hacia el fin del siglo XIX, y las relaciones que establecieron continúan moldeando nuestro mundo hoy en día. En Inglaterra, al menos, hay una reacción instintiva de vergüenza al abordar el tema del imperio. La televisión suele presentar dramas donde se alaban la cultura y la sociedad del imperialismo –la reciente serie de Canal Cuatro, Indian Summer, se inserta en una larga línea de ficciones sobre los imperialistas y sus luchas– más que documentales donde se explora la brutalidad imperial en India, Kenya o Jamaica. Los británicos –o al menos la clase media blanca– parecen reacios a lidiar con la idea de que el imperio pueda ser un relato marcado por lo sanguinario antes que por la fraternidad.