Uno de los grupos menos conocidos de nuestro país son los gitanos. Sabemos de ellos, los hemos visto, pero no conocemos cuándo llegaron al Perú ni como viven ni cuáles son sus costumbres. Carlos Pardo-Figueroa (cpardo@pucp.edu.pe) (foto), egresado de la PUCP y docente de la Universidad Ricardo Palma y de Ceprepuc, ha realizado una interesante investigación que combina la búsqueda documental con la etnografía.
Para conocer mejor la historia de los gitanos en el Perú reproduzco la entrevista que le hiciera Punto Edu días atrás.
¿Cuál es la historia de los gitanos en el Perú? Nos lo cuenta este investigador del Instituto Riva-Agüero y miembro de la Gypsy Lore Society, institución internacional de estudios gitanos.
Desde 1951, el Instituto Riva-Agüero de nuestra Universidad concede tres becas de estímulo a la investigación a miembros ordinarios de su institución. En el 2007, entre los beneficiarios estuvo Carlos Pardo-Figueroa Thays, por su proyecto sobre los gitanos en nuestro país. Empezó a trabajar en enero del 2008 recogiendo información oral por medio de entrevistas y buscando en archivos periodísticos. Luego, tras procesar datos de carácter etnográfico, sintetizó sus hallazgos en un ensayo que fue complementado con material audiovisual –videos de matrimonios, despedidas de soltero– que reflejaba las tradiciones de los gitanos en el Perú.
La investigación terminó en noviembre pasado y espera poder, ahora, plasmarla en un libro.
¿Cuáles son los objetivos de esta investigación?
Son dos objetivos centrales. El primero, histórico, es profundizar el conocimiento de esta etnia tan poco conocida en nuestro país: cómo llegaron, se establecieron y se hicieron peruanos. Luego, propuse un acercamiento de carácter etnográfico y antropológico: describir ciertos elementos fundamentales de la cultura de los gitanos (matrimonio, religión, comidas, música, parentesco). Por eso, propuse que de los dos asistentes de investigación que permite el IRA, una fuera de Historia (Gabriela Adrianzén) y la otra de Antropología (María Elena Gushiken), ambas de la Universidad.
¿De dónde proviene este interés por los gitanos?
Tenía una inquietud por estudiar las minorías étnicas en el Perú que se inscribe dentro de una tendencia historiográfica que existe desde los ochenta. Hay muchas publicaciones sobre chinos, japoneses, italianos, alemanes… pero ha habido poco interés en los gitanos. A esto se suma un hecho circunstancial: dentro de los papeles que guardaba mi madre en casa, encontró un recorte periodístico que decía que había un proyecto de 1952 para expulsar a los gitanos del Perú. Eso despertó mi curiosidad. Quizás un tercer elemento es que vivo en el distrito de La Victoria, que concentra a los pocos gitanos que hay actualmente en Lima.
Si sacamos rasgos de los grupos que mencionó, ¿cómo se podría definir a un gitano?
Hay una mezcla enorme de cultura detrás de los gitanos, pero hay hilos conductores. Yo los defino como un conjunto de grupos étnicos que comparten ciertos elementos, como hábitos migratorios, idioma o que son sociedades patrilineales, que se organizan en función de la autoridad masculina. Un cuarto elemento es una intensa endogamia, ligada a una suerte de orgullo racial. Ellos intentan mantener los matrimonios dentro del grupo, tener conciencia de sus linajes y preservarlos.
Se pueden definir como una nación, un grupo étnico transnacional y multinacional, porque en su tránsito han recogido características de los lugares que los acogen. Aún prevalece la imagen del gitano esotérico, incluso estafador. Muchas de estas imágenes provienen de la literatura hispánica. Cuando les preguntamos qué piensan sobre lo que se dice de ellos, dijeron que a veces “justos pagan por pecadores”. Son conscientes de que viven en zonas marginales y es el estilo de vida que manejan, pero hay que tener cuidado con generalizar.
Ahora, de acuerdo a periódicos de comienzo de siglo pasado, las mujeres gitanas se dedicaban principalmente a la lectura de la suerte. Todavía ellas se dedican, en la mayor parte de los grupos, al esoterismo, ciertamente es la imagen más difundida.
¿A qué conclusiones llegó?
Que en el país hay una diversidad de grupos gitanos, y que la mayor parte es el grupo Rom, de Europa Oriental. En cuanto a la historia, hay documentos que indican que pudieron llegar en el siglo XVI, porque entonces se dieron normativas que buscaban evitar que siguieran viniendo, por la imagen que la literatura venía reforzando, y de las acusaciones, como robos y estafas. En el aspecto etnográfico, tienen una serie de particularidades, pero a pesar de ellas, por lo menos desde el comienzo del siglo XX, forman parte de la sociedad peruana y están totalmente integrados. Esto no quiere decir que pierdan sus tradiciones, no podemos dudar de su gitaneidad, pero tampoco de su peruanidad.
Créditos: La foto de la cabecera proviene de la entrevista publicada por Punto Edu. Las fotos del interior del post han sido publicadas gracias al autor y proceden de su archivo personal.