La crisis que está afectando el actual sistema económico nos remite, casi automáticamente, a la de 1929. Sin embargo, al hacer un paralelo con la Gran Depresión, solemos olvidarnos que existieron otras crisis, antes y después que las de 1929 y 2008. Entre estas podríamos mencionar la de 1873, que significó una notable transformación del sistema capitalista y la conversión al patrón oro, dejando de lado el inestable patrón plata. Asimismo, se está rescatando la historia de la crisis de 1906. Podríamos añadir la de 1973, como consecuencia de la crisis del petróleo y la intempestiva subida del precio de este, lo que puso fin a una época dorada en la economía occidental.
Para tener una visión de largo plazo de la crisis mundial actual, hemos reunido dos materiales distintos: el primero es un documental titulado “La spectre de la crise” (La sombra de la crisis), en el que se establece un interesante paralelo entre la crisis de 1929 con la que nos golpeó en 1997, y que tuvo su origen en los mercados asiáticos. A continuación, inserto un fragmento de un excelente artículo aparecido en El País sobre una comparación entre la crisis de 1929 con la actual. Mientras, seguimos esperando noticias sobre la recuperación de los mercados financieros. China ha anunciado hoy que ya está viendo luz al final del túnel. Ayer, la Bolsa de Valores de Lima registró una notable alza, pero el PBI parece comenzar una preocupante caída libre.
Le spectre de la crise (La sombra de la crisis)
Ver Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4, Parte 5 y Parte 6.
Ramón Marimón. Del ‘crash’ de 1929 a la crisis de 2008
“Algunos años, como algunos poetas y políticos… alcanzan fama muy por encima de los demás, y 1929 fue claramente uno de estos años”. Así abría, en 1954, John Kenneth Galbraith su libro The Great Crash 1929. La misma frase podría utilizarse para el 2008. En 1929 el índice industrial de la Bolsa de Nueva York (Times) bajó ¡un 32,3%! En 2008 no sólo el Dow Jones ha perdido un 36,0%, sino que todas las principales Bolsas del mundo han superado las pérdidas bursátiles del 29 (el Ibex35 -39,4%, y el récord es Rusia -67,8%). Entonces, como también ahora, la pregunta es: ¿por qué el crash?
Pero como señala Galbraith lo que distingue el crash del 29 es que la crisis no se acabó con el crash. A pesar de las palabras alentadoras del presidente Hoover (“Hemos pasado lo peor y con continuado esfuerzo y unidad nos recuperaremos rápidamente”, decía en mayo de 1930), del 1929 al 1933 en Estados Unidos el empleo se redujo cerca de un 25% y el output de un 30%. El crash no fue una anticipación de esta fuerte recesión (el propio índice Times bajó un 74,1%, de noviembre de 1929 a julio de 1932). Mas bien al contrario, el crash fue un factor determinante -difícil de cuantificar- de dicha recesión. Entonces -y, desgraciadamente, parece que ahora también- la pregunta es: ¿por qué la crisis económica se agudiza tanto tras el crash?
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