Cómo escribir (y terminar) una tesis

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Desde que comencé a escribir la tesis  de doctorado hace un par de semanas he ido leyendo, de manera paralela, algunos libros sobre escritura. En el ámbito anglosajón la escritura es un asunto serio y en cierta forma, el pilar mismo de la vida académica. No recuerdo haber visto muchos libros en español con reflexiones o experiencias sobre la escritura, sea esta literaria o académica. Además, siempre me han intrigado los “backstages”, los “behind the scenes” y los “making of”; es decir, cómo se produce algo más que el producto terminado en sí. En este caso, un libro, un ensayo, una tesis.

Ya había leído Mientras escribo (2000), de Stephen King (aquí en PDF), un libro pequeño, muy entretenido, que combina una autobiografía (un “selfie” escrito, por llamarlo de algún modo) de King con una segunda parte donde vierte su experiencia dándole forma a manuscritos y señala algunos consejos, varios de ellos útiles. Luego me moví a uno que me llamó la atención, Learn to Write Badly: How to Succeed in the Social Sciences (2013), de Michael Billig, que me defraudó un poco si bien disfruté la primera parte donde cuenta cómo la escritura académica fue adquiriendo un aura de jeroglífico solo entendible por algunos iniciados. En todo caso, actualizaba el argumento del delicioso libro de Stanislav Andreski, Las ciencias sociales como forma de brujería (1973) (aquí en scribd), sobre lo cual tratará el próximo post. Finalmente, Writing for Social Scientists. How to Start and Finish your Thesis, Book or Article (2007) [Google Books] es mucho más útil como una guía sobre cómo redactar los manuscritos y el tipo de audiencia que uno espera encontrar en ciencias sociales, un área a medio camino entre la prosa más “abierta” de las Humanidades y la “dura” de las disciplinas técnicas.

En todo caso, estos libros apuntan a consideraciones sobre estilo y técnica literarios. Pero un factor tan importante es el relacionado con la disciplina al escribir así como los elementos que rodean el proceso. Para explicar mejor estos puntos, he creído conveniente traducir el post de Theresa McPhail aparecido hace unos días atrás. Ella explica de manera sucinta pero directa una serie de elementos involucrados en el proceso de escritura, desde la actitud hasta las frustraciones que conlleva la redacción del primer borrador de una tesis. Dada su experiencia asesorando talleres de escritura, conoce de primera mano los problemas de la redacción de una tesis y ofrece posibles soluciones. Espero que sea de utilidad. Por lo pronto, a mí me ha ayudado mucho al darme cuenta de que hay situaciones que son más comunes de lo que creía y que pueden por ello ser enfrentadas al momento de escribir la tesis doctoral en inglés.

 

Theresa MacPhail, The No-Fail Secret to Writing a Dissertation

Como ex-periodista, profesora y experimentada asesor de talleres de escrituras de tesis doctorales en New York University (NYU), puedo prometerte que solo existe un método infalible, un secreto, un truco garantizado que necesitas saber para terminar tu tesis: escribir.

Ese es. En serio. Lamento ser la portadora de malas noticias, pero no existen atajos mágicos a la escritura de prosa, sea esta académica o no. Si deseas terminar tu tesis en un plazo razonable –créeme, lo harás– debes aprender a priorizar la escritura en sí misma y escribir cada día. Escribir debe convertirse en la parte no negociable de tu rutina diaria.

Este es el programa básico y por etapas que te recomiendo: pon tu trasero en una silla, de preferencia en un cuarto tranquilo y libre de toda distracción. Desconecta tu internet y pon tu teléfono en silencio. Ingresa a tu espacio de escritura habiendo hecho previamente la investigación que necesitas para cumplir con tu meta de escritura del día. No harás investigación ni mirarás nada más en tu tiempo de escritura (investigar y editar son tareas discretas, aunque no lo creas, y deben ser realizadas en bloques separados).

No hagas “poms” –sesiones de 25 minutos con cinco minutos de receso entre ellas– al escribir. Aquellas funcionan mejor para otras tareas discretas, como investigar, dar formato u organizar tu bibliografía, pero no aquí. En lugar de ello, trata de escribir por un periodo largo de tiempo sin interrupciones. En los talleres de NYU, escribimos 50 minutos de corrido, con recesos de 10 minutos, por cuatro horas al día. Puede que ello no sea posible si trabajas o tienes hijos pequeños, pero planifica escribir cinco días a la semana, sin importar qué ocurra, por un mínimo de dos horas por día. Es factible, lo prometo.

Este es el plan para escribir cada día: escribir es pensar. Toma tiempo y se supone que debe ser desafiante. El gran error que he Theresa MacPhailvisto en varios estudiantes de doctorado es darle un grado de mitología a lo que llaman “el momento de genialidad”. Dado que escribir es pensar, los pensamientos más brillantes no aparecen en la página luego de arduas horas de reflexión sobre un tema. Desde mi experiencia, las mejores ideas siempre vienen a través del acto de escritura en sí, por lo general en el momento preciso cuando te has quedado sin energía y bajas la vista antes un problema difícil de manejar, tratando desesperadamente de retirarte. Estos son los momentos decisivos. Cuando estás escribiendo una tesis, una de las tareas intelectuales más difíciles a enfrentar por una persona, el compromiso con el proceso de escritura es mucho más importante que el genio. Si la persona más inteligente del mundo no puede aprender a escribir, entonces no será un académico exitoso. Punto.

El año pasado asesoré alrededor de sesenta candidatos a doctor de diversos departamentos, desde ciencias de la computación a literatura francesa, antropología y ciencia política. Pese a las diferencias en cuanto a disciplina y estilo de escritura, el proceso y mi consejo siguieron siendo los mismos. Cada uno enfrenta similares situaciones técnicas y emocionales: procastinación, distracción, ansiedad, cómo estructurar un argumento, cómo encontrar una voz propia, cómo integrar teoría y evidencia. Es un trabajo muy duro esto de escribir-tu-tesis. El truco es no hacerlo más difícil al evitar el trabajo mismo.

El principal obstáculo a cualquiera que se encuentra escribiendo una tesis es la tendencia común (consciente o no) de tratar de evitar las emociones negativas asociadas con las etapas difíciles del proceso de escritura. Si incorporas la escritura como parte de tu rutina semanal, tendrás días buenos y días malos. En los días buenos, la prosa fluirá a un ritmo que jamás pensaste que fuera posible. O también encontrarás la manera cómo defender tu idea principal. O te darás cuenta de que lo pensabas sería un capítulo se termina convirtiendo en dos o tres capítulos diferentes. En los días malos, nada de lo que escribas te parecerá suficientemente bueno. Presionarás la tecla de borrado tantas veces que comenzarán a pegarse a tus dedos. Moverás de lugar el mismo párrafo cinco veces antes que decidas eliminarlo de pura frustración. El truco es manejar las fluctuaciones del proceso de escritura, para así evitar los días malos.

En mis talleres suelo aconsejar a mis estudiantes que “se sientan cómodos siendo incómodos”. Muy a menudo en el proceso de escritura, te sentirás pésimo. Escribirás borradores muy malos. Pelearás con fuentes disparejas, inimaginables cantidades de información y conceptos teóricos muy difíciles. Con frecuencia te sentirás perdido, frustrado y cansado; incómodo. El escritor exitoso sabe que sentirse perdido, frustrado y cansado es apenas una parte del proceso de crear algo nuevo. Escribir es pensar, y las buenas ideas toman tiempo. Estas vienen unidas a falsos comienzos y callejones sin salida a lo largo del camino. Si te sientes pésimo acerca de la escritura y aun así te obligas a escribir todos los días, no solo terminarás la tesis sino que te dará la oportunidad de trabajar a través de argumentos complicados y decir algo no solo interesante sino probablemente algo grandioso.

Todos los escritores profesionales saben que los buenos libros y los artículos interesantes son el producto de varios borradores previos. Lo mismo ocurre con tu tesis. De hecho, la tesis es mejor si se la concibe como un terrible primer borrador de un futuro libro. Nadie excepto tú espera que la tesis sea perfecta. Lo que los asesores desean ver es un esfuerzo sincero y razonamiento interesante en la página. Créeme, muchos de nosotros aún recordamos bastante bien cómo lucían nuestras tesis (generalmente eran terribles: solo pregúntenle a nuestros asesores), y podemos simpatizar con tus esfuerzos. Pero también sabemos que el único camino para terminar una tesis e iniciar una carrera profesional es a través de la escritura: poner ideas en una página y luchar con ellas hasta darle forma.

Finalmente, aconsejaría a cualquiera que se encuentre escribiendo una tesis de cambiar su forma de pensar. Ya no eres más un estudiante, ahora eres un candidato a un grado académico. Como tal, escribir es parte de tu trabajo. De hecho, es lo más importante que puedes hacer por ti y para tu futuro. Créate el hábito de escribir a diario y así tendrás una carrera prolífica. Pero tienes que comenzar hoy. En este mismo instante. Así que deja de leer esto y ponte a trabajar.

The No-Fail Secret to Writing a Dissertation, de Theresa MacPhail, apareció originalmente en inglés en Vitae. La autora es profesora de New York University.

El post de Raúl Pacheco Vega, Improving your Academic Writing, es excelente y muy útil para quien esté comenzando a escribir, ya sea un paper o una tesis. El lector encontrará diez tips muy claros y muy bien organizados que le ayudarán en el proceso de escritura.

Vitae es una web asociada a The Chronicle of Higher Education. En los últimos meses varios colaboradores han publicado posts similares sobre aspectos relacionados con la escritura académica.

Published by José Ragas

Soy Ph.D. en Historia por la Universidad de California, Davis. Actualmente me desempeño como Profesor Asistente en el Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile. Anteriormente he sido Mellon Postdoctoral Fellow en el Departament of Science & Technology Studies en Cornell University y Lecturer en el Program in the History of Science and History of Medicine en Yale University. Correo de contacto: jose.ragas(at)uc.cl Para conocer más sobre mis investigaciones, pueden visitar mi perfil o visitar mi website personal: joseragas.com.

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