El Centro Documental de la Memoria Histórica del Ministerio de Cultura de España ha organizado una exposición titulada «Los Tebeos de la Guerra Civil Española. Niños y Propaganda. 1936-1939». La exposición está conformada por 157 ejemplares dispuestos en orden cronológico. La muestra se abre con la revista Tebeo (Barcelona, 1936) y cierra con Flechas y Pelayos (San Sebastián, 1939).
Lo original de esta muestra es que hasta ahora se conocía poco acerca del uso de las historietas como medio propagandístico en medio de una guerra, a diferencia de su empleo por parte de regímenes fascistas ya consolidados, como Italia y Alemania. Un ejemplo de la circulación de estos cómics durante el periodo de Mussolini lo tenemos en la última novela de Umberto Eco, La misteriosa llama de la reina Loana (2005).
En el caso español, el uso de los cómics (o tebeos, como se les conoce en la Península), fue percibido apenas se inició el conflicto por los falangistas, lo que va a ser continuado por los republicanos a partir de 1937. Como lo menciona Antonio Martín, especialista en tebeos españoles y curador de la muestra, se trató de una auténtica guerra de papel que tenía como fundamento la difusión y pedagogía del credo de cada bando entre los grupos más jóvenes. Los cómics demuestran un intento evidente por transmitir contenidos ideológicos de manera sencilla a través de secuencias o relatos con personajes con los que los jóvenes lectores puedan identificarse fácilmente. En algunos se ensalzaban a personajes heroicos, como aviadores que peleaban contra los aviones de la Falange, o a degradar visualmente a los miembros del lado republicano, caracterizándolos como ladrones.
Ver el tríptico de la exposición, aquí. Una muestra de los cómics, aquí.
