La visita de Richard Nixon a Lima y Caracas en 1958

La reciente visita del presidente Georges W. Bush a Lima con motivo del APEC, nos recuerda la que hiciera el vicepresidente Richard Nixon (1913-1994) a nuestra capital medio siglo atrás. Para entender mejor su accidentada visita a América Latina, hay que situarnos a mediados de los años cincuenta. Estamos en plena Guerra Fría (y a pocos meses de la Revolución Cubana) y EEUU busca mantener su influencia a la vez que ahuyentar de la región al comunismo. Los países latinoamericanos han entrado en una suerte de luna de miel iniciada en la Segunda Guerra Mundial, cuando se alinearon a favor de EEUU contra el Eje. Asimismo, cuatro años antes, la CIA ha derrocado al gobierno reformista de Jacobo Arbenz en Guatemala, lo cual ha generado un sentimiento antinorteamericano en diversos países, impulsado por los Partidos Comunistas locales.

Electo vicepresidente en 1952 en la plancha que llevó a Eisenhower a la presidencia, Nixon se convirtió en un permanente viajero alrededor del mundo. Había comenzado a desarrollar la labor de embajador de los intereses norteamericanos en 1953 con una prolongada visita a Asia. Pero fue la gira a América Latina la que le trajo más dolores de cabeza. Esta debía durar 18 días (del 27 de abril al 15 de mayo) e incluía inicialmente ocho países.

post-el-viaje-de-richard-nixon-a-america-latina-2Arribó a Lima a inicios de mayo de 1958 y una de sus actividades centrales fue el discurso que debía dar en la Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Pero esto fue frustrado por una turba que le salió al encuentro y le impidió el paso. «Por qué teméis la verdad», les dijo el vicepresidente, y por toda respuesta recibió una lluvia de piedras que rompieron la dentadura de un agente del servicio secreto. Lejos de tratar de calmar las cosas, les increpó con un sonoro «¡Cobardes!». La gente se desquitó cuando retornaba al hotel, arrojándole frutas y llegando incluso a escupirle en pleno rostro. Inmutable y reacio a aceptar una derrota, respondió el telegrama de un preocupado Eisenhower diciendo que los únicos heridos eran «un par de trajes […] que ya no me podré volver a poner». En realidad, Nixon no se había comportado precisamente bien durante esta gira. Durante su estancia en Lima llamó la atención a dos altos dignatarios del Gobierno por los comentarios que estos habían realizado en privado. Las fotos de su estadía en Lima, aquí. Lima solo era el anticipo de lo que ocurriría en Caracas.

Los comunistas venezolanos habían preparado un recibimiento especial a Nixon, por así decirlo. Apenas se disponían a cantar el himno nacional, una lluvia de escupitajos cayó sobre él y su esposa. El trayecto fue casi una trampa mortal y a los gritos de «Muera Nixon» una multitud se abalanzó sobre su automóvil. Según lo recuerda Nixon en sus memorias, «Me puse prácticamente enfermo al ver la furia en los ojos de los adolescentes, chicos y chicas, que eran poco mayores que mi hija de doce años». De no ser porque llegaron refuerzos militares, Nixon habría tenido más que solo un susto. Con una escolta presidencial de doce agentes secretos impotente para contener a una multitud que casi había destrozado la limosina, el presidente Eisenhower se vio obligado a enviar refuerzos a las costas venezolanas por si era necesario rescatarlo.  Viejo zorro político, Nixon aprovechó los incidentes de Lima y Caracas para presentarse como un héroe y recibir las felicitaciones y muestras de apoyo de los líderes de ambos partidos. Dos años después, aprovechando esta imagen, se lanzaría a la presidencia, siendo derrotado por Kennedy. Volvería a intentarlo en 1968 y llegaría a la Casa Blanca finalmente en 1969, pero el escándalo de Watergate lo obligaría al ostracismo hasta su muerte.

Referencias
Allan MCPHERSON. «The Road to Caracas. Or, Richard Nixon Must Get Stoned». En Yankee No! Anti-Americanism in U.S.-Latin American Relations. Harvard University Press, 2003.
John C. LUNGREN, M.D. & John C. LUNGREN JR. Healing Richard Nixon. A Doctor’s Memoir. Kentucky: University Press of Kentucky, 2003.
Anthony SUMMERS. Nixon. La arrogancia del poder. Barcelona: Península, 2003.

Published by José Ragas

Soy Ph.D. en Historia por la Universidad de California, Davis. Actualmente me desempeño como Profesor Asistente en el Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile. Anteriormente he sido Mellon Postdoctoral Fellow en el Departament of Science & Technology Studies en Cornell University y Lecturer en el Program in the History of Science and History of Medicine en Yale University. Correo de contacto: jose.ragas(at)uc.cl Para conocer más sobre mis investigaciones, pueden visitar mi perfil o visitar mi website personal: joseragas.com.