En 1946, un grupo de historiadores, amigos y miembros del Partido Comunista comenzaron a reunirse con cierta regularidad en la Casa de Marx en Londres. Por medio de la discusión de ensayos, presentaciones y conferencias buscaban cambiar la forma en que los británicos percibían su propia historia. En algún momento, tal era la esperanza en el proyecto, una “historia desde abajo” empoderaría a la gente común y le permitiría emanciparse por sí mismos de la “gran historia” de monarcas británicos, primeros ministros y grandes pensadores, cediendo el paso a una visión más profunda de Gran Bretaña como una nación en constante evolución, y no de revolución.

El Grupo de Historiadores, una rama cultural del PCGB, existió hasta la disolución del Partido en 1991. Como lo señaló Eric Hobsbawm, uno de los fundadores y posiblemente el miembro más famoso del grupo, la primera década de su existencia, entre 1946 y 1956, “fue el momento en que nos convertimos realmente en historiadores”. [1]

Otros miembros del grupo que posteriormente determinarían el curso de la historiografía británica fueron Christopher Hill, John Saville y Rodney Hilton. Luego del fin de la Segunda Guerra Mundial y del triunfo de la alianza del capitalismo y el comunismo sobre la Alemania nazi, estos jóvenes regresaron a sus universidades en Oxford y Cambridge para obtener sus grados académicos en Historia o para continuar sus carreras académicas.

Sus primeras reuniones estuvieron dedicadas a reevaluar el trabajo del historiador Arthur L. Morton, A People’s History of England, publicada en 1938. El libro de Morton fue uno de los primeros intentos de escribir una “historia desde abajo”. Además de este libro, los trabajos de Maurice Dobb y Dona Torr servían como guías para los entonces jóvenes marxistas. Como lo ha recordado John Saville, ella “nos ha enseñado la pasión por la historia. Por su comprensión del proceso histórico como una intensa experiencia emocional […] Ella nos hizo sentir la historia en nuestros pulsos. […] La Historia era el sudor, la sangre, las lágrimas de la gente común, nuestra gente”.[2]

Un comité completo, que se reunía cada tres meses, y otro más pequeño, con reuniones mensuales, administraba las funciones cotidianas del Grupo. En sus reuniones, la aplicación de elementos del principio leninista de “centralismo democrático” era importante para entender la estructura del Grupo y su función. Ello se hizo más evidente cuando observamos la convocatoria del Grupo hacia los no miembros del Partido. En una fecha tan temprana como 1948, Eric Hobsbawm informaba que la sección sobre el siglo XIX “se había opuesto a convertir sus reuniones en un despliegue de carnets partidarios sobre la base de que el Grupo no era en sentido estricto una organización partidaria y que la decisión del Comité podría desalentar a los camaradas de invitar a potenciales asistentes que no pertenecieran al Partido”. Sin embargo, el comité del Grupo rechazó la declaración de Hobsbawm e insistió en que la sección debía mostrar los carnets del PCGB. [3]

No obstante, el número de miembros se fue incrementando de manera gradual hasta llegar a las cien personas. En este contexto es importante enfatizar que no todos los miembros del Grupo eran historiadores profesionales, dado que su principal motivación era llegar a aficionados interesados en investigación histórica. En cuanto a periodos, el Grupo se dividió en cuatro secciones principales: antigua, medieval, siglos XVI-XVII y siglo XIX. Los intentos de promover la participación de estudiantes con miras a reclutar futuros académicos fueron en vano debido a la falta de compromiso estudiantil.

¿La participación de los historiadores en el PCGB impidió su honestidad académica? De ser así, ¿cómo ocurrió? Como las minutas del comité lo indican, esto no fue un problema en la medida en que Hobsbawm, Hill y otros dedicaban sus investigaciones a temas que escapaban al periodo del PCGB o de la central soviética. Dado que el Grupo no investigaba el siglo XX, esto no trajo problema alguno en los primeros cinco años de trabajo. Un polémico artículo publicado de manera anónima en el Times Literary Supplement poniendo en duda la capacidad de los historiadores para enseñar en las universidades británicas debido a su hostilidad hacia el reino los llevaron a demostrar sus puntos.[4] Probablemente el testimonio más duradero de este esfuerzo haya sido la fundación de una publicación académica propia titulada Past & Present en 1952.

Los años 1950, no obstante, trajeron tensiones al interior del Grupo. Las razones son principalmente dos. De un lado, la Unión Soviética atravesaba por una época de dificultades luego de la muerte de Stalin, la publicación del discurso secreto de su sucesor Kruschev, y las dificultades en seguir manteniendo la lealtad de la Europa del Este y los estados satélites de los Balcanes. De otro, una creciente aspiración, como se desprende de las minutas del comité, de crear una nueva sección de estudios para el siglo XX, lo que hizo evidentes los límites de la membresía al Partido. El miembro ejecutivo del Partido, James Klugman, postergó dicha decisión. Finalmente, los levantamientos de Hungría en 1956 seguidos por la invasión del ejército soviético puso en riesgo la membresía de la mayoría del Grupo.

El dramático e irreconciliable rompimiento del núcleo dirigente del Grupo de Historiadores no minimizó su trabajo en este periodo formativo ni impidió su éxito en el futuro –de un modo u otro– como historiadores marxistas. Pese a que los eventos de 1956 dejaron una herida profunda en las almas de Hobsbawm, Hill, Saville o Hilton, ellos continuaron con la amistad y la búsqueda por una “historia desde abajo”. Su persistencia y convicción hicieron de su estilo de escribir la historia, sea usted o no marxista, aceptado y celebrado. El punto de partida no fue la aceptación acrítica de una ideología de la clase dominante ni los patrones de intercambio económico en un determinado periodo histórico. “Al reconocer el carácter inevitable de la lucha de clases en una sociedad dividida en clases, nosotros intentamos rectificar el balance reconstruyendo los motivos y razones que han quedado pobremente registrados, no de los opresores, sino de los oprimidos”. [5] Pese a las dificultades inherentes de llevar a cabo tal tarea en un periodo cuando ser abiertamente marxista o comunista podía significar un impedimento para una carrera académica, este intento demostró ser exitoso, tanto para los historiadores en sí como para la historiografía global e imperial.

s200_gil.shohat * Gil Shohat es un estudiante de posgrado en Historia de Europa Moderna en la Universidad Humboldt en Berlín. Ha realizado la investigación sobre el Grupo de Historiadores del Partido Comunista durante su estancia en la Universidad de Exeter a través del convenio ERASMUS+ en el otoño de 2015. Ahora está comenzando su disertación de posgraduado sobre este tema.

 

[1] Hobsbawm, Eric J., Interesting Times. A Twentieth Century Life, London 2003, p.191.
[2] Saville, John, ‘Introduction’, in: Ibid. (ed.): Democracy and the Labour Movement. Essays in Honour of Dona Torr, London 1954, p.8.
[3] Seventh Committee Meeting of the Historian’s Group, Committee Minute Book October 1946 – January 1952, People’s History Museum and Archive, Manchester, CP/CENT/CULT/5/11.
[4] Moss, Henry St. L. B., ‘Review of A Marxist View of Byzantium’, in: The Times Literary Supplement, 12 December 1952.
[5] Hilton, Rodney and Fagan, Hyman, The English Rising of 1381, London 1950, p.9, cited in: Kaye, ‘History and Social Theory’, p.172.

* Originalmente publicado como: The Historians’ Group of the Communist Party – Ten Years that Reshaped History, Imperial & Global Forum (8 de marzo de 2016). La imagen de la cabecera proviene de este enlace.

Published by José Ragas

Soy Ph.D. en Historia por la Universidad de California, Davis. Actualmente me desempeño como Profesor Asistente en el Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile. Anteriormente he sido Mellon Postdoctoral Fellow en el Departament of Science & Technology Studies en Cornell University y Lecturer en el Program in the History of Science and History of Medicine en Yale University. Correo de contacto: jose.ragas(at)uc.cl Para conocer más sobre mis investigaciones, pueden visitar mi perfil o visitar mi website personal: joseragas.com.