Mucho antes de que el e-government se consolidara y el estado y los policy makers comenzaran a ver las ventajas de utilizar el internet para llevar a cabo sus propósitos de ejercer autoridad sobre los ciudadanos, algunos países habían buscado la manera de incorporar tecnologías en ciernes y proyectos informáticos para centralizar y mejorar las labores del gobierno. Uno de ellos fue Chile, quien en la década de 1970 introdujo el Proyecto Cybersyn, diseñado en Gran Bretaña, y con el cual esperaba realizar sustanciales cambios en la administración del Estado. Luego de varios intentos que se extendieron entre 1971 y 1973, el experimento informático-socialista fracasó, tanto por la imposibilidad de hacer de esta herramienta un eje del gobierno de Salvador Allende como por la interrupción de su mandato por un golpe militar.
Eden Medina ha rescatado esta historia en su libro Cybernetic Revolutionaries. Technology and Politics in Allende’s Chile (2011), que acaba de ser traducido al español por LOM. El libro fue originalmente su tesis de doctorado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Como ella mismo lo señala, lo que le llevó a estudiar el Proyecto Cybersyn fue su interés por conocer cómo se aplicaba la cibernética en lugares alejados de los centros de poder. La investigación la llevó por archivos, bibliotecas y personas en tres país: Gran Bretaña, Estados Unidos y Chile. En estos lugares realizó aproximadamente cincuenta entrevistas, tanto a personal involucrado en el Proyecto como a ex-funcionarios de los gobiernos de Allende y Frei, entre otros.
El espíritu que animó a integrar el Proyecto Cybersyn en el gobierno socialista fue la esperanza de que dicha tecnología pudiese contribuir a alcanzar la utopía de provocar los cambios estructurales que Chile necesitaba. En su versión más depurada, y lo que se esperaba de manera optimista del Proyecto Synco (como era llamado en español), era almacenar una serie de estadísticas provenientes de las diferentes ramas del gobierno y que llegarían de todo el país, alimentando una central que –aquí radica el elemento utópico de convergencia entre informática y política– permitiría conocer potenciales crisis y así prevenirlas.
La experiencia del gobierno chileno con equipos no era nueva. En una fecha tan temprana como 1921, IBM ya tenía una sucursal en Santiago y sería solicitada para hacerse cargo del censo nacional de 1930. De acuerdo con Medina, la presencia de estos aparatos permitió la expansión del Estado chileno en las siguientes décadas. Pero el gobierno de Allende presentaba un nuevo reto, pues el grado de centralización al que aspiraba era muy ambicioso. Uno podría pensar que se pudo haber trasladado el modelo soviético, pero este no era adecuado debido a la diferencias de escalas (el chileno contaba apenas con cuatro computadoras, el soviético procesaba cincuenta millones de variables) mientras que Estados Unidos, pionero en ese tipo de tecnologías, no estaba muy entusiasmado en apoyar un proyecto socialista. Durante los años que estuvo operativo, Proyecto Synco encontró ciertas dificultades para adaptarse a su misión. Una importante fue que mientras los operarios veían al mismo como un proyecto apolítico y puramente científico, los encargados del gobierno querían exactamente lo contrario.
Projecto Synco y sus operarios no se dejaron intimidar a medida que la situación se hacía más complicada para el gobierno socialista. De hecho, las huelgas de camioneros les dieron una oportunidad para poner a prueba el sistema, recibiendo información sobre la distribución nacional de comida, materias primas y gasolina así como el número de camiones que disponía el gobierno para contrarrestar la paralización del transporte. Aún con toda la información a su alcance, Proyecto Synco no hubiese podido predecir, ni mucho menos evitar, el rápido deterioro de la situación del país y el golpe que puso fin al experimento socialista.
Para conocer más sobre este proyecto y el libro en sí, se puede consultar la versión [Google Books] de Cybernetic Revolutionaries. Asimismo, la autora dio una conferencia en la Universidad de Indiana, cuyo video incluimos a continuación cuando se encontraba preparando el manuscrito del libro, en la que explicó los puntos centrales de su investigación. Antes, van algunas imágenes del libro de Medina.