Entre 1949 y 1976, miles de latinoamericanos viajaron a la República Popular de China. Muchos de estos latinoamericanos que visitaron China estuvieron interesados en adaptar las políticas de China a las condiciones. Algunos, como Vicente Lombardo Toledano en México, estaban principalmente interesados en el potencial de China para demostrar cómo un país del tercer Mundo podía romper el paradigma de dependencia económica. Otros, como Abimael Guzmán en Perú, esperaban aprender a reproducir la experiencia guerrillera china. Al menos un millar de estos visitantes latinoamericanos fueron entrenados en política y tácticas militares mientras se encontraban en China. Los esfuerzos de estos latinoamericanos que visitaron China para domesticar lo que ellos consideraban las lecciones de la Revolución China creó una corriente política pro-China, la misma que jugó un rol vital en los movimientos sociales y la guerrilla en América Latina en la segunda mitad del siglo XX.
En el Perú al menos 69.000 personas murieron como consecuencia del accionar de Sendero Luminoso desde 1980. Sendero Luminoso es conocido por emprender acciones que fueron consideradas como incomprensibles por quienes no conocían tanto de este movimiento. Comprender cómo las ideas provenientes de China influyeron en los miembros de Sendero Luminoso, permitirá comprender mejor algunas de los actos más bizarros de Sendero, como colgar perros de postes eléctricos. Entender cómo Sendero Luminoso se percibió a sí mismo aplicando la ideología maoísta al Perú también nos permite entender la dinámica detrás de la toma de decisiones detrás de la destructiva acción al apoyo campesino durante la guerra sucia que llevó a cabo el gobierno peruano, un fenómeno que muchos observadores encuentran desconcertante. Un elemento clave para entender lo que los líderes de Sendero Luminoso conocían del maoísmo, y que ellos esperaban replicar en el Perú, es entender sus experiencias en China. Casi todos los líderes de Sendero Luminoso tuvieron una estadía en china, y sus esfuerzos por imitar las formas políticas chinas muestra la importancia de dicho viaje en la formación de la formación política de Sendero Luminoso.
Examinar la influencia de las ideas revolucionarias chinas también permite explicar eventos recientes en la historia boliviana. Algunos miembros del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR, 1952-1964) estuvieron interesados en China como un modelo económico de reformas políticas y económicas que ellos esperaban aplicar en Bolivia. Mientras, los chinos esperaban que el gobierno revolucionario de Bolivia fuese el primer país del hemisferio occidental en reconocer de manera formal a la República Popular de China. Mientras la facción pro-China del MNR fallaba en orientar la política y economía boliviana fuera de la órbita norteamericana, la existencia de una facción dentro del MNR que favorecía el estilo de las políticas chinas hace más complejo nuestro entendimiento de las dinámicas del Movimiento Revolucionario en Bolivia.
Las ideas maoístas también tuvieron un rol muy influyente en el movimiento minero boliviano. A mediados del siglo XX, Bolivia dependía de la exportación de estaño. En ocasiones la agenda política de los mineros coincidía con el papel decisivo que esta industria jugaba en la economía nacional, como cuando los mineros aseguraron el triunfo de la Revolución Nacionalista en 1952. El activo centro minero de Catavi fue un centro de militancia maoísta, “la universidad proletaria” de acuerdo a un antiguo maoísta que entrevisté. Fue aquí que Federico Escobar Zapata, un popular líder de los mineros, fundó el congreso de Partido Comunista pro-Chino de Bolivia en 1965. Tanto Escobar, secretario general, y su primer secretario, Oscar Zamora, habían estado previamente en China.
En México, las ideas chinas contribuyeron a la combinación intelectual y embriagante que circuló en el movimiento estudiantil de los años 1960 y 1970. La influencia china se combinó entonces con la Revolución Cubana para dividir al Partido Comunista y a los seguidores de Vicente Lombardo entre quienes consideraban que se debía seguir presionando al gobierno para adoptar políticas más cercanas al socialismo y quienes buscaban derribarlo por medio de la lucha armada. Como lo demuestra la experiencia de la guerrilla de Florencio Medrano, las guerrillas post-1960 no pueden ser comprendidas de manera adecuada si no se entiende los tempranos esfuerzos por adaptar las ideas chinas a México.
Mientras los esfuerzos por domesticar las ideas china en América Latina evolucionaron de manera distinta en Perú, Bolivia y México, en cada uno de estos países el proceso de transmisión de estas ideas es notablemente similar. Individuos clave viajaron a China y al retornar a Perú, Bolivia y México diseminaron lo que consideraban las lecciones de la Revolución China a través de reuniones partidarias y foros públicos, así como en libros y artículos. Los partidos y una organizada red de activistas trabajaron arduamente para distribuir propaganda donde se promovían las ideas revolucionarias maoístas, mucha de la cual había sido producida en China. Así, en cada uno de los países considerados en este estudio, el movimiento de ideas chinas a América latina fue el producto de un esfuerzo altamente organizado que incluyó conexiones formales entre activistas latinoamericanos y la República Popular de China.
El anterior texto procede de la “Introduction” del libro escrito por Matthew D. Rothwell, Transpacific Revolutionaries: The Chinese Revolution in Latin America (Routledge. 2012). El libro puede ser leído parcialmente en [Google Books] y [Amazon.com]. Y puede ser adquirido en Amazon.com
También pueden leer, del mismo autor, “The Chinese Revolution and Latin America: The Impact of Global Communist Networks on Latin American Social Movements and Guerrilla Groups” (2010).
La imagen de la cabecera muestra al Che Guevara con Mao Tse Tung en una visita a Beijing en noviembre de 1960.