Bastó mencionar que el 2011 estaría dedicado a celebrar el centenario del primer submarino en el Perú y conocer que detrás de esta medida se encontraban personajes vinculados al fujimorismo para que se produjera un rechazo generalizado. Para quienes se oponían a los submarinos y sus futuros festejos, existía un motivo más importante de celebración: los cien años del escritor y antropólogo José María Arguedas.
El triunfo duró poco. El Presidente Alan García zanjó el debate declarando a este año como ‘Año del Centenario de Machu Picchu para el mundo’. En cierta forma, esto era esperable. Por razones políticas, se entiende que García quiera cerrar su periodo celebrando un ícono cuya devolución de los restos que fueron extraídos por Hiran Bingham fue impulsada por su Gobierno, luego de un litigio de varios años.
La decisión ha traído cola. Por lo pronto, algunas ciudades han decidido celebrar por su cuenta a Arguedas, como Apurímac y Lima. En Nueva York también se anuncian festejos. El Gobierno Regional de Ayacucho, por su lado, ha declarado el 2011 como “Año del Centenario del Nacimiento de José María Arguedas”. Y esto sin considerar los comentarios en internet que manifiestan que los cibernautas celebrarán a Arguedas por encima de Machu Picchu.
Entre quienes no están de acuerdo con la medida están los antropólogos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ellos me enviaron este pronunciamiento por medio del cual buscan expresar su descontento por esta medida y las razones que sustenta esta postura.
José María Arguedas es del Perú
La Comunidad Académica de Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos –profesores y estudiantes– manifiesta su disconformidad e indignación con la decisión del Presidente de la República, Dr. Alan García Pérez, de celebrar la repatriación de las piezas arqueológicas de Machu Picchu del extranjero, designando el presente año como “Año del centenario de Machu Picchu para el mundo”, y dejando de lado el centenario del nacimiento de uno de los intelectuales más significativos que ha tenido el Perú: José María Arguedas Altamirano.
Reconocemos a Machu Picchu como patrimonio cultural y arqueológico que identifica al Perú y a los peruanos con su inestimable valor simbólico e histórico. Sin embargo, la posición del Estado resalta una visión mercantilista del patrimonio arqueológico, instrumentalizándolo y reduciéndolo a un valor meramente comercial. Esta forma de vender la imagen del país resalta, además, el rol depredador de Hiram Bingham como un hecho positivo, olvidando que el conocimiento de Machu Picchu se remonta al siglo XVII.
Creemos que celebrar a Arguedas es más significativo, dado el incomparable valor de este peruano ilustre que, en su trayectoria literaria y académica, ha sabido interpretar genialmente las profundas diferencias culturales y sociales del Perú, definiéndolo acertadamente como “país de todas las sangres” y sembrando corrientes de pensamiento y opinión que han calado hondo y siguen teniendo vigencia en la sociedad peruana y en el campo intelectual latinoamericano.
Escuela Académico Profesional de Antropología
Centro de Estudiantes de Antropología
—–
Créditos: La imagen de la cabecera proviene de aquí