Estrenada en 2003, Carandirú se basa en el libro Estación Carandiru. Su autor, el médico Drauzio Varella (1943) fue uno de los pioneros en el tratamiento del SIDA además de uno de los impulsores en la difusión de campañas para su prevención a través de la radio. Este interés lo llevó al centro de detención Carandiru en 1989, donde trabajaría como médico voluntario hasta 2002, según lo señala su página web.
La obra de Varella incluye las entrevistas que este realizaó a los internos, las mismas que constituyen el cuerpo central de la película. Por medio de ellas, conocemos los motivos que llevaron a los internos a Carandiru, así como la vida personal que se desarrolla al interior de ese local, y que se intercalan con el día a día. El cruce de estas historias personales con la vida cotidiana dentro de la cárcel permite comprender cómo los vínculos anteriores se refuerzan dentro, como el de los amigos que buscaron defender el honor de la hermana de uno de ellos, o el de los ladrones que se ven divididos por la esposa de uno de ellos, y terminarán cuidando uno del otro.
Como centro de detención, fue construido en Sao Paulo en 1920 y era el más grande en América del Sur. Constituía la antesala de quienes iban a ser enviados luego a otras prisiones. Por lo que se aprecia en el film, muchos de los internos manifiestan estar esperando la sentencia definitiva ante la lentitud o desidia de los jueces.
Lo que ocurre al interior no es distinto a lo que podemos encontrar en otras prisiones de la región, en especial lo referido al sobrehacinamiento así como a las jerarquías internas que se desarrollan entre los internos, la formación de bandas, las rivalidades entre ellos así como la relación entre los internos y las autoridades.
La revuelta
La rebelión ocupa una parte importante del film, poniendo énfasis en la actuación del destacamento especial que se encarga de debelar el motín en octubre de 1992. El debelamiento significó la muerte de 111 internos (otra cifra señala que fueron 300) por 84 miembros de la policía, ninguno de los cuales resultó muerto o herido. Ellos argumentaron haber actuado en legítima defensa. Pero el informe de la necropsia echó por tierra su coartada, al señalar que los disparos habían sido realizados desde una posición elevada y en diferentes partes del cuerpo, como en las manos, lo que podría indicar que los internos se habían rendido y fueron ejecutados extrajudicialmente.
La banda brasileña Sepultura hizo mención al incidente en la canción “Manifest” del álbum Chaos A.D. “El caos ha descendido a Carandiru, el complejo penitenciario más grande de Sudamérica”. Letra aquí.
El fin de Carandiru
La demolición de la cárcel se produjo en 2002 y los internos fueron enviados a otros centros de detención.
En 2006, el coronel Ubiratan Guimaraes fue encontrado responsable de la masacre y sentenciado a más de seiscientos años de prisión por el uso excesivo de la fuerza. Su defensa argumentó que el coronel actuó por órdenes directas superiores, por lo que él solo se limitó a ejecutar una orden. Guimaraes murió en circunstancias extrañas en 2006, aparentemente como una venganza por su actuación en Carandiru.
Mira la película aquí, por You Tube:
Links útiles
Entrada en wikipedia aquí
Imágenes de propiedades de los internos luego del debelamiento de la rebelión, aquí
Web de Drauzio Varella, aquí
Web del libro Estación Carandirú, con material inédito, aquí