Hace algunas semanas fueron publicados los resultados de una encuesta realizada a escolares británicos de entre 9 y 11 años. Las preguntas buscaban indagar por la imagen que ellos tenían respecto a íconos del siglo XX, especialmente de la Segunda Guerra Mundial. Las respuestas fueron sorprendentes. A la pregunta por ¿quién era Adolf Hitler? algunos contestaron que se trataba de un entrenador de fútbol. Y al ser interrogados sobre Auschwitz, hubo quienes dijeron que se trataba de un parque temático. La cosa no va mejor en Rusia, donde se considera que Stalin hizo más bien que mal a Rusia y un 46% de encuestados no estaban de acuerdo en calificarlo como un tirano.
Si eso les parece increíble, consideren el reportaje que Punto Final presentó el pasado fin de semana, en el que hace una encuesta entre universitarios de Lima sobre Abimael Guzmán, y por lo menos uno lo confunde con Carlos Manrique, el ex gerente de CLAE, mientras otros no saben qué responder.
El reportaje fue hecho a raíz de los avances del Museo de la Memoria cuya comisión encabeza Vargas Llosa. Y es una buena oportunidad para preguntarnos y confirmar la importancia que tiene el mantener viva la memoria en nuestro país, más aun sobre un periodo tan trágico como el que involucró la violencia política desde 1980 hasta 2000. Frente a las protestas de grupos reaccionarios que se oponían a la construcción de un espacio como el Museo de la Memoria, ahora el Ministro Rafael Rey ha anunciado la creación de otro Museo, esta vez dedicado a las víctimas, aduciendo que el propuesto por la Comision dirigida por Vargas Llosa no será objetivo. Así, socava el esfuerzo que estaba comenzando a aglutinar diversas fuerzas y grupos en torno a un espacio de conmemoración y recuerdo nacional.
¿Debe sorprender esto de Rey? De ninguna manera, pues se trata del discurso ambiguo que este y el anterior Gobierno tuvieron hacia la CVR y el recuerdo de las víctimas asi como a las sanciones hacia los responsables de lo ocurrido. Pero mientras el Ministro, el vicepresidente y parlamentarios del Gobierno atacan a quienes defienden los DDHH, los jóvenes siguen sin saber bien quién era Abimael Guzman, aun cuando su nombre ha estado en la escena pública en los ultimos meses (a causa de la publicacion de un libro suyo), y con un libro biográfico que se convirtio en best-seller, como lo fue La cuarta espada, de Santiago Roncagliolo.