La noticia por los 80 años de la Gran Depresión no llega precisamente en el cual podríamos decir que se trata de un mal recuerdo: a un año del remezón que sufrió Wall Street y de los desesperados intentos de salvataje del gobierno norteamericano, el panorama se vislumbra un poco incierto aun, con noticias sobre que lo peor ya habría pasado, pero que aun tomará tiempo retornar a los niveles anteriores a la “burbuja” de crecimiento.
Esta crisis ha afectado a todo el mundo, y si bien las imágenes que recibimos en su gran mayoría son la de los grandes banqueros que han tenido que dejar sus oficinas -o en otros casos sufrir un recorte brutal de sus salarios-, las consecuencias se han hecho sentir en las familias de las clases medias y las bajas. El drama humano que representa el abandono de las casas ante el embargo de los bancos hasta los suicidios son solo parte de cómo el dinero afecta a la carne, y al alma de la gente.
¿Cuáles son las lecciones del Crash del 29? Uno podría pensar que no muchas, o que estamos sujetos a la tiranía del capitalismo y a Kondratieff, que analizó los ciclos de auge y caída del sistema monetario. Algo bueno que puede salir de la crisis actual es quizás la necesidad de que existan entes reguladores en las instituciones financieras, de modo que protejan también a los consumidores para evitar situaciones como las que han llevado a la actual situación. El problema es más complejo, por supuesto, y por lo pronto analizar lo ocurrido hace ochenta años puede servir para extraer algunas lecciones para nuestro presente.
Incluyo tres links que van a ser muy útiles para entender lo ocurrido en 1929.
El primero es una línea de tiempo, que permite establecer los orígenes de la crisis como las medidas tomadas por F.D. Roosevelt para aminorar su impacto. Mira la línea de tiempo aquí.
El segundo es un artículo de Robert McElvaine, en el que establece algunos paralelos entre 1929 y nuestros días, tanto en el plano político como en el manejo de la economía a escala de consumo. Como lo señala en una parte: “Debemos darnos cuenta que el capitalismo es el ‘menos malo’ de los sistemas económicos, y como tal, contiene muchos problemas en su interior. Por ello, necesitamos una economía que sea esencialmente capitalista, pero con un sistema de control y regulación adecudados para hacerla trabajar de manera adecuada y que disminuya los riesgos”. Leelo aquí.
El tercer link es una secuencia de imágenes y fotografías de época, con una secuencia gráfica de lo ocurrido durante los años de la Gran Depresión. Mírala aquí
Otros links útiles:
Tres crisis: 1929, 1997 y 2008
El cuadro que acompaña la cabecera y el interior de este post es “Sold Out” (1929), por Rollin Kirby.