Una esclava es vendida a mediados del siglo XIX y es llevada lejos del lugar donde creció. Ahí, conoce a un hombre blanco que sería el padre de su primer hijo. ¿Tiene esta historia algo de particular? No, puesto que la venta, desarraigo y contacto interrracial era moneda común hace casi dos siglos. Pero si agregamos nombres, datos, trayectorias al relato anterior, podremos darnos cuenta de su excepcionalidad.
La esclava en cuestión se llamaba Melvinia Shields y la ciudad a la que llegó después de ser vendida por poco menos de quinientos dólares fue Georgia, donde concibió a su primogénito, de padre blanco. Así comienza una de las trayectorias familiares que llevaría a sus descendientes a Alabama, Chicago y, finalmente, a la Casa Blanca. Melvinia Shields es la antepasado más remota que conocemos de Michelle Obama, cuya genealogía acaba de ser publicada por The New York Times.
La llegada de los Obama a la Casa Blanca ha reavivado el debate sobre el papel de los afroamericanos en la sociedad estadounidense, pero también ha permitido abrir espacio para apreciar el legado multicultural (no solo blanco-afroamericano) que existe en Estados Unidos y en la totalidad del globo, en desmedro de la versión WASP (White-Anglo-Saxon_Protestant) que alimentó la intolerancia y el racismo por años.
Ver el especial que TNYT ha preparado sobre la genealogía de Michelle Obama, aquí