De antología. Al ser interrogado por la prensa sobre la improvisación con la que se llevó a cabo el desalojo en el Bosque de Pómac, lo cual provocó la muerte de dos policías por francotiradores, la respuesta del Ministro Remigio Hernani no pudo ser más desatinada: «Recuerde usted que el Presidente Kennedy de los Estados Unidos, con toda la inteligencia, con todos los súper agentes, fue asesinado. Hay imprevistos que se presentan en cualquier momento».
Traducción: lo que el Ministro posiblemente trató de explicar fue que no esperaban que en una operación de desalojo los pobladores hubiesen contratado francotiradores ni contaran con armamento sofisticado. Esto habría inducido a la policía a no llevar armas, de modo que no se produjeran heridos ni muertes. Según lo ha revelado la prensa, informes de inteligencia advertían sobre la existencia de armas y de personas ajenas contratadas para defender a los invasores del terreno. Para complicar las cosas, los policías no tuvieron soporte logístico adecuado ni alimentación ni agua en una zona extremadamente calurosa. Peor aun, muchos policías que comieron el rancho que llegó posteriormente cayeron enfermos por la comida en estado de descomposición.
Ayer, el ministro asistió al Parlamento a explicar lo ocurrido, pero al parecer su suerte está echada: sería solo cuestión de días o semanas antes que sea reemplazado, a menos que el presidente lo quiera mantener a toda costa como hizo con Luis Alva Castro.